La Pedagogía es un modo de Ser en la Educación

En Educación Holista asumimos una totalidad “total”. Es decir, no sólo el TODO observable fuera de nosotros ya sea cósmico, biológico, social u otras totalidades, sino aquel que incluye al observador constituido a su vez por su propio microcosmos.

El encuentro de “lo de afuera” y “lo de adentro” crea una tercera entidad relacional que también es un nuevo mundo por conocer.

Orientados hacia la Educación Holista significa entonces que, en nuestra propuesta, el  mejoramiento de la calidad de educación no se encarna en el aumento de horas y jornadas escolares, ni tampoco en cientos de horas de perfeccionamiento técnico-instrumental para el/la profesor/a.

Esta propuesta apunta a considerar que un Ser Humano que enseña tiene el DEBER de comenzar perfeccionando su propia existencia, creyendo que puede ser mejor hombre - mejor mujer, en su totalidad.

La visión de UNO mismo como personas que pueden “Educir el Alma” de muchos niños/as a través de la pedagogía, a través de un modelo de vida perfectible en todos los planos, será el faro para orientar cualquier desempeño académico o de perfeccionamiento en la instrucción.

Este faro nos llama a despertar del letargo generado por la instrucción de la mente como única manera de conocer, de comprender o de descubrir la esencia más sutil de la infancia, de la juventud o de la adultez.

Enseñar es el arte de conocerse a sí mismo para conocer a los demás y guiarlos hacia lo virtuoso, hacia el descubrimiento o hacia verdades perennes, no como conceptos relativos o subjetivos, sino como conceptos trascendentes al mundo de la opinión que los sabios de la antigüedad conocían y que nosotros hemos olvidado u omitido.